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La Brecha Cambiaria en Venezuela: Retos y Soluciones para el Sector Empresarial


La economía venezolana vuelve a enfrentar un fenómeno que creíamos superado: una creciente brecha entre el dólar oficial y el paralelo. Para marzo de 2025, esta diferencia ha alcanzado niveles alarmantes cercanos al 50%, generando distorsiones que afectan directamente a todos los sectores económicos.

 

El regreso de un viejo conocido

La brecha cambiaria no es algo nuevo para nosotros. Durante los años del control de cambio, vivimos con esta realidad, aunque en aquel entonces la situación era aún más compleja debido a la Ley de Ilícitos Cambiarios que penalizaba las operaciones fuera del mercado oficial. Desde su derogación en 2018, habíamos experimentado períodos de relativa estabilidad, pero en los últimos meses enfrentamos nuevamente este desafío.

¿Por qué se produce esta brecha? La respuesta es multifactorial, pero podemos identificar tres causas principales por las que el mercado busca los dólares a “cualquier precio”:

  1. La persistente desconfianza en las políticas monetarias del gobierno
  2. La intervención controlada del Banco Central durante los primeros 9 meses de 2024 para mantener estable el cambio referencial del dólar.

Estas dos primeras causas representan el factor estructural de la brecha cambiaria: la escasez crónica de dólares en el mercado oficial para satisfacer la demanda real y la política del Banco Central de Venezuela en colocar tales dólares a un precio menor al que el mercado está dispuesto a pagar (vease en el gráfico siguiente la estacionalidad del tipo de cambio desde dic-23 hasta sept-24). Según los datos disponibles por distintas consultoras, en los últimos seis meses, el Banco Central de Venezuela ha reducido en un 50% el flujo de liquidez en dólares hacia el sector privado a través de intervenciones bancarias y subastas. Esta reducción en la oferta oficial de divisas ha empujado tanto a empresas como a particulares a recurrir al mercado paralelo, donde el acceso a dólares es más factible pero a un precio considerablemente mayor.

Factor previsible desde la llegada de la administración Trump:

El impacto de factores externos, principalmente la eliminación de licencias petroleras y los nuevos aranceles impuestos por la administración Trump

Este tercer punto representa el factor coyuntural que ha agravado dramáticamente la situación. La revocación de licencias a empresas petroleras como Chevron, que, según los datos de las principales firmas consultoras, aportaba aproximadamente el 30% de los ingresos en dólares de Venezuela y cerca del 40% de las divisas liquidadas al sector privado para importaciones (unos 2.150 millones de dólares en 2024), ha generado un shock en la oferta de divisas. Chevron por sí sola ofrecía entre 20 y 30 millones de dólares semanales en las mesas de cambio de los bancos privados, cubriendo aproximadamente el 20% de la demanda de divisas que atiende la banca. A esto se suma la revocación de licencias a otras petroleras como Repsol (65.000 barriles diarios) y Maurel & Prom (20.000 barriles diarios), lo que agrava aún más la escasez de divisas en el sistema financiero venezolano.

El mercado, que funciona con base en expectativas, ha reaccionado ante estos eventos, llevando la cotización del dólar paralelo a superar, en los últimos días del mes de marzo de 2025, los 100 bolívares, mientras la tasa oficial se mantiene en aproximadamente 70 bolívares.

El impacto oculto: más allá de los precios

Para el empresario, esta situación genera desafíos que van más allá del simple ajuste de precios. El verdadero problema radica en aspectos que muchas veces pasan desapercibidos:

La trampa tributaria

El diferencial cambiario entre el mercado libre y el oficial no es reconocido por la Ley de ISLR como un gasto deducible. Esto significa que su renta neta fiscal será superior a la real, creando un «pseudo-impuesto» que afecta especialmente a quienes dependen de importaciones.

Por ejemplo, si usted compra insumos pagando con bolívares al cambio paralelo (aproximadamente 100 Bs/$), pero debe registrar contablemente estas operaciones al cambio oficial (69 Bs/$), la diferencia de 31 bolívares por dólar se convierte en una ganancia ficticia que deberá tributar, aunque en realidad representa una pérdida real.

El dilema de los precios

La Ley de Precios Justos, aunque anacrónica, sigue vigente y establece un margen bruto máximo del 30%. Si a esto sumamos que los costos reales (basados en el dólar paralelo) son significativamente mayores que los reconocidos oficialmente, muchos negocios se enfrentan a una disyuntiva: operar con pérdidas, reducir los márgenes de rendimiento o arriesgarse a sanciones.

Los comerciantes venezolanos ya están implementando diversas estrategias para mitigar este impacto, como ofrecer promociones especiales para pagos en divisas en efectivo o utilizar tasas promedio entre el oficial y el paralelo. Sin embargo, estas opciones las prohíbe textualmente la Ley de precios justos.

Estrategias para navegar la tormenta

Ante este panorama, el empresario debe adoptar medidas específicas:

  1. Análisis detallado de su operación

Evalúe honestamente su posición frente al diferencial cambiario respondiendo dos preguntas fundamentales:

  • ¿Su negocio recibe principalmente bolívares o dólares?
  • ¿Sus costos y gastos en qué moneda son principalmente?
  • ¿Su cliente es una empresa (B2B) o un consumidor final (B2C)?

Esta evaluación es la base para desarrollar una estrategia de precios diferenciada que minimice el impacto de la brecha.

  1. Planificación financiera rigurosa

Desarrolle escenarios financieros (pesimista, neutral, optimista) y prepárese para el peor mientras trabaja para el mejor. Analice su entorno de negocios y su mercado mínimo viable ante estas circunstancias. Por ejemplo, en la Isla de Margarita (Venezuela), ciertos sectores económicos, asociados al turismo, pueden tener ventajas de contar con temporadas turísticas que generan flujos importantes en divisas. Aproveche estos períodos para:

  • Adelantar compras de insumos no perecederos.
  • Renovar equipos cuando tenga liquidez.
  • Pagar deudas y aprovechar descuentos en divisas.
  • Si su negocio es del tipo  B2B pacte acuerdos especiales con sus proveedores y clientes.
  • Mantener reservas estratégicas para períodos de baja afluencia.
  • Utilice las opciones del mercado de valores (títulos de cobertura, bonos anclados al dólar, acciones) cuando agote las opciones anteriores y aún tenga excedentes de liquidez.
  1. Contabilidad dual

Aunque la legislación obliga a llevar la contabilidad oficial en bolívares, nada impide mantener registros paralelos en dólares que reflejen la realidad económica de su negocio. Estos registros serán fundamentales para la toma de decisiones acertadas.

  1. Cuantificación del impacto tributario

Trabaje con su contador para estimar el efecto fiscal de la brecha cambiaria en sus resultados. Esta información es vital para planificar adecuadamente sus obligaciones tributarias y evitar sorpresas al cierre del ejercicio.

  1. Diversificación de proveedores

Busque alternativas locales para reducir su dependencia de importaciones, especialmente para aquellos insumos que representan un mayor porcentaje de sus costos. El problema de la brecha puede ser una oportunidad para proveedores locales que tengan menor dependencia de la brecha cambiaria.

  1. Revisión de su propuesta de valor

Evalúe si su concepto de negocio actual sigue siendo viable en el nuevo contexto económico. Quizás sea momento de ajustar su oferta hacia productos con mayor margen o que requieran menos insumos importados.

Una mirada al futuro

Maduro ha anunciado recientemente medidas para enfrentar los efectos negativos del dólar, incluyendo estrategias de exoneración de impuestos al sector primario, protección a la producción interna y restricciones arancelarias. Sin embargo, la experiencia nos enseña que la solución sostenible pasa por menos intervencionismo, menos regulaciones, mayor seguridad jurídica y una política fiscal más equilibrada.

Mientras esas condiciones no se materialicen, los empresarios de Margarita y de todo el país, deben adaptarse a esta nueva realidad. Esta capacidad de adaptación, combinada con una gestión financiera rigurosa, será la clave para sobrevivir y eventualmente prosperar en este entorno desafiante.

La brecha cambiaria es, en esencia, producto de dos factores: el primero es que el mercado oficial no tiene dólares suficientes para atender la demanda, principalmente porque PDVSA, el principal proveedor de divisas del país, ha visto reducida su capacidad de generarlas; el segundo es la reacción emocional del mercado ante la incertidumbre política y económica. Esta reacción se ha intensificado en los últimos días frente a las medidas de la administración Trump, que, aunque eran ampliamente anticipadas por los analistas económicos (sanciones, tarifas arancelarias, eliminación de licencias), el mercado venezolano, como ocurre en muchas economías, reacciona principalmente ante la noticia del día y no ante proyecciones de mediano plazo. Esta miopía del mercado amplifica la volatilidad, creando oportunidades y riesgos por igual. Aunque eventualmente esta reacción emocional se moderará y la brecha podría reducirse y estabilizarse, su tarea como empresario es asegurar que su negocio tenga la solidez para resistir esta tormenta y estar bien posicionado cuando llegue la calma.

Recuerde que esta no es la primera crisis que enfrentamos, ni será la última. La clave está en la planificación, la adaptación y la capacidad para seguir navegando por estas aguas turbulentas.

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