Volver al Colegio de Contadores Públicos de Nueva Esparta siempre se siente como volver a casa, especialmente recordando con mucho cariño mi tiempo como presidente y SEI de esta increíble institución.
Este año, la directiva organizó una excelente jornada de actualización profesional el pasado 26 de septiembre, como antesala a la celebración de nuestro Día del Contador Público en Venezuela (27 de septiembre). Tuve el gran honor de ser invitado como conferencista, en un día donde, además de compartir mi visión, aproveché para nutrirme del conocimiento de otros grandes amigos y ponentes.
Estos encuentros son invaluables; son la excusa perfecta para reencontrarme con colegas a quienes el día a día no me permite ver tan a menudo.
Mi contribución a la jornada fue una reflexión que hoy quiero extender a todos ustedes, titulada: Más Allá de los Impuestos: Cómo el Contador Público Puede Convertirse en un Asesor Financiero Integral.
El Diagnóstico: Una Realidad que no Podemos Ignorar:
No es un secreto que el contexto venezolano ha redefinido las reglas del juego. Con una caída del PIB superior al 70% en la última década y el cierre de miles de empresas, el mercado profesional se ha contraído y transformado.
Paradójicamente, aunque nuestra ley de ejercicio nos otorga la exclusividad en el área de auditoría financiera, la realidad económica ha cambiado drásticamente el panorama. Con la debacle económica, la obligación de auditar estados financieros desapareció para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, dejando esta área de alto valor limitada a casos puntuales requeridos por leyes específicas o a compañías con un sólido gobierno corporativo.
Esta realidad ha empujado nuestro ejercicio profesional cotidiano a centrarse casi por completo en el área impositiva. Y aquí yace el peligro: si bien es un rol fundamental, corremos el riesgo de convertirnos en gestores de cumplimiento, perdiendo la oportunidad de aportar un valor estratégico visible y, en consecuencia, ser percibidos como un costo en lugar de una inversión.
Aquí es donde debemos cambiar el lente con el que miramos. Las cifras, aunque extraoficiales ante la notable ausencia de data del INE, son elocuentes: la debacle económica pudo haberse llevado unas 400.000 empresas, quedando hoy cerca de 120.000. Podemos ver esta realidad y caer en la depresión, o podemos analizarla como el preludio de la mayor oportunidad de nuestras vidas. Con solo volver a las cifras que teníamos, el mercado se expandirá entre 3 y 4 veces.
Pero hay más: un índice del que poco se habla es la densidad empresarial. Mientras en América Latina el promedio es de casi 2 empresas por cada 100 personas, en Venezuela la cifra actual es de aproximadamente 0.5 por cada 100.
Este indicador refuerza el augurio: ante un eventual cambio macroeconómico, nuestras oportunidades podrían multiplicarse por cuatro.
La pregunta que dejé en el aire fue: En este mar de incertidumbre, ¿vamos a ser un barco a la deriva, movido por las olas de la crisis, o vamos a tomar el timón y convertirnos en los capitanes de nuestro destino profesional?
Mi argumento es firme: debemos ser los capitanes. Y para ello, la diversificación es nuestra carta de navegación.
Las Oportunidades: Expandiendo Nuestro Horizonte Estratégico.
Gracias a la debacle económica antes explicada, las empresas —especialmente las PYMEs y los nuevos emprendimientos— han acusado el golpe. En un intento desesperado por defenderse, muchas han caído en la informalidad y el desorden en sus finanzas, creyendo que es un mecanismo de supervivencia.
Craso error. Lejos de protegerlas, esta estrategia solo impulsa su camino directo al cementerio de empresas, pues un negocio sin control sobre sus números es un barco sin timón en medio de la tormenta.
Es precisamente en ese caos donde la transformación de contador a estratega financiero integral abre un abanico de oportunidades inmenso.
Discutimos tres áreas clave donde podemos aportar orden y visión:
Planificación Financiera Integral: En un entorno de desorden, ser el arquitecto que pone la casa en orden es un servicio de altísimo valor.
Servicios de CFO Fraccionado: (Chief Financial Officer) Un término anglosajón pero que representa una oportunidad profesional que se traduce como (Contralor Financiero) en este caso, externo. La mayoría de las PYMEs, que hoy operan a ciegas, necesitan desesperadamente esta visión estratégica para sobrevivir y crecer, pero no pueden pagar a un CFO en nómina.
Gestión de Riesgos Financieros: Ayudar a mitigar los riesgos derivados de ese desorden (fiscales, cambiarios, de mercado) no es un lujo, es una necesidad de supervivencia.
El Reto Personal: Abrazar El Dolor de Aprender
Esta evolución no es automática. Requiere un cambio de mindset. Exige que abracemos lo que llamo El Dolor de Aprender.
Permítanme explicar a qué me refiero. Es una verdad universal: todo cambio significativo exige un sacrificio. Es la incomodidad voluntaria que precede al crecimiento. Para nuestra profesión, este «dolor» es la actualización constante y permanente: las horas dedicadas a aprender nuevas normativas técnicas, el esfuerzo por dominar una nueva tecnología, la inversión para adquirir habilidades que no nos enseñaron en la universidad. Es el sacrificio de nuestra comodidad hoy para ser relevantes mañana.
El mayor enemigo de este sacrificio productivo es la promesa de alivio fácil e instantáneo.
La crisis o la ansiedad son a menudo el detonante para adquirir malos hábitos. Pensemos: ¿qué hábitos tienes cuando sufres tales males? ¿Comer de más? ¿Consumir alcohol? ¿Recurrir a pastillas? Estos hábitos son fáciles de adquirir porque producen alivio inmediato, pero son una pesadilla cuando los quieres dejar.
En esa misma categoría entra el pasar horas frente a la pantalla, ya sea viendo el último divorcio de las Kardashian, el más reciente rollo existencial de la influencer de turno en TikTok o deslizando sin fin por los estados de WhatsApp de los mil y un contactos.
Pero –y este es el punto clave– esa misma pantalla que nos distrae es un portal al conocimiento. Plataformas como Coursera o edX nos dan acceso a universidades del mundo; gigantes latinos como Platzi y Crehana ofrecen formación de vanguardia; e incluso aquí, en esta red social, existe un universo de contenido profesional. El conocimiento es más accesible que nunca; la decisión de aprovecharlo es nuestra.
No propongo un cambio radical. Se trata de planificar e ir adoptando la disciplina paso a paso, como con el ejercicio o la dieta: los cambios drásticos fracasan, pero los que se hacen peldaño a peldaño, perduran. Comencemos con 15 o 20 minutos al día. Poco a poco, ese tiempo se convertirá en un hábito sólido y poderoso.
Conclusión: De Gestor del Back-Office a Arquitecto de Negocios
Agradezco nuevamente a la directiva del Colegio de Contadores Públicos de Nueva Esparta por abrir este espacio de diálogo tan necesario. La transformación de nuestra profesión es una tarea que nos involucra a todos.
El futuro no nos exige ser más que contadores, sino evolucionar para ser mejores Contadores Públicos. Se trata de reafirmar nuestra valiosa y exclusiva función en la auditoría, mientras expandimos audazmente nuestro abanico de servicios estratégicos.
El camino al crecimiento no es solitario; implica también crear alianzas con otros profesionales para ofrecer soluciones integrales y crecer juntos, convirtiéndonos en los verdaderos socios que los negocios en Venezuela necesitan para su recuperación y crecimiento.
Y ahora, me encantaría conocer tu perspectiva.¿Eres contador público? ¿Cómo estás transformando tu rol? ¿Eres empresario? ¿Qué valor estratégico esperas de tu asesor financiero?